Querido Padre,
No puedo dormir.
Estoy dando vueltas en la cama.
Otra vez.
Estoy tan agradecido de que nunca te canses
Y que nunca duermes.
Estoy agradecido de que estés aquí conmigo en este momento,
Incluso cuando mi mente no deja de agitarse
Y mi cabeza no deja de dar vueltas.
Incluso cuando sé que preocuparme no me lleva a ninguna parte
Y mi corazón necesita confiar en Ti.
Te necesito – el Buen Pastor –
Porque contar ovejas no funciona.
¿Confortarás mi corazón como sólo Tú puedes hacerlo?
¿Me rescatarás de mi propia espiral de pensamientos?
Porque sé que cuando descanso en Ti
la paz como un río desborda mi alma y
puedo alabarte de antemano por el dulce descanso.
Amén.