Querido Dios, gracias por tu gran amor y tu bendición sobre nuestras vidas. Gracias porque tu favor no tiene fin, sino que dura toda nuestra vida. Perdónanos por olvidar a veces que conoces íntimamente todos nuestros caminos, que sabes lo que nos concierne y nos cubres como con un escudo. Te pedimos que nos guíes para que hoy podamos caminar plenamente en tu bendición y bondad. Te pedimos que tu rostro brille sobre nosotros. Que abras las puertas correctas para nuestras vidas y para nuestros seres queridos, que cierres las puertas equivocadas y nos protejas de aquellos de los que debemos alejarnos.
Establece el trabajo de nuestras manos y haz que se cumpla todo lo que nos has dado para hacer en estos días. Te pedimos que hagas que nuestro camino tenga un propósito y que nuestros pasos sean firmes por tu bondad y amor. Danos un corazón sabio para escuchar tu voz, y haznos fuertes por tu inmenso favor y gracia. En el nombre de Jesús, amén.